La Oración del Cristiano

Autor: John MacArthur

Abstracto: Producido por los editores de Cristiana.US

Podría ser el caso que la oración a Dios sea el ejercicio espiritual más difícil que tengamos como creyentes.  Digo esto porque primero que nada es un trabajo desinteresado.   La verdadera oración tiene que ver con el reino de Dios: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga tu reino.  Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo. 6: 9-10).  La verdadera oración también tiene que ver con los hijos de Dios: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.  Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” (Mateo 6: 11-13).  Realmente no hay ningún “yo” en el Padre Nuestro, la oración que el Señor Jesús enseñó a sus discípulos.

El pastor MacArthur considera que es difícil orar a Dios, pedirle que se haga su voluntad y a favor del pueblo de Dios.  Nos es mucho más fácil orar cuando estamos en problemas.  Cuando estamos heridos, enfermos, perdemos un ser querido, nos metemos en problemas, o estamos preocupados porque uno de nuestros hijos se desvía de los caminos de Señor; entonces, en estas situaciones nos es más fácil orar para nosotros y los nuestros.

Aquel que ora solo en tiempos difíciles tiene una vida de oración débil.  Por otro lado, el cristiano que se ha entregado a una oración constante a favor del reino de Dios y de su pueblo redimido aquí en la tierra, este glorifica a Dios con esta actitud altruista y desinteresada.  En Lucas 11: 5-8 se habla acerca de un hombre que le toca la puerta de su amigo en la noche, rogando que le prestara pan porque una visita había llegado tarde.  Si fuera yo el que tuviera hambre, no me sería difícil para mí tocar toda la noche a mi vecino para que me diera pan, ¿pero lo haría yo por amor a otro?

 

Leer el artículo completo sobre: La oración a Dios.

 

John MacArthur en EspañolArchivo

 Copyright © Gracia a Vosotros y Editorial Portavoz – Gracia.org. Todos los derechos reservados.

 

This entry was posted in La Oración and tagged , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.